Las primeras cinco grúas mexicanas se construyeron por científicos del Centro de Investigación de Materiales Avanzados (Cimav). Las que son 10 por ciento más livianas y 30 por ciento más baratas que las que se venden en el mercado extranjero.

De acuerdo al investigador de la institución y doctor en ciencias de materiales, Alberto Díaz Díaz, “en el país no se desarrollaban máquinas de este tipo. Se tenían que comprar o rentar”. Con la transferencia tecnológica del Cimav a la empresa Keila, tiene una serie de oportunidades de producción, generación de empleos y exportación.

La producción de las grúas en el Cimav comenzó a mediados de 2010 y terminó en febrero de este año. Lo que sucedió tres beneficios: Uno, la empresa Keila cuenta ahora con los conocimientos necesarios para construir este tipo de máquinas; dos, podrá abrir un nuevo campo de negocios; y tres, para el Cimav fue la formación de alumnos que trabajaron en el proyecto.